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Writer's pictureWinston Williams

¿CONDUCEN TODOS LOS CAMINOS A ROMA?


El sistema de carreteras en el imperio romano estaba diseñado de tal manera que, independientemente de donde uno se encontrara, siempre había un camino que conducía a la capital. A lo largo de los años muchos han querido aplicar este mismo diseño arquitectónico a las diferentes religiones del mundo. “¿Acaso no todas las religiones enseñan básicamente lo mismo?” “¿Acaso no todas las religiones conducen ultimadamente a Dios?” Un estudio superficial de las religiones del mundo basta para que uno se dé cuenta de que las respuestas a ambas preguntas son un claro y conclusivo no. En el estudio de la lógica, la ley de la contradicción establece que proposiciones que se niegan recíprocamente no pueden ser auténticas a la vez. Eso significa que no pueden ser verdaderas al mismo tiempo. De manera que las religiones del mundo, cuyas doctrinas cardinales difieren en gran medida, no pueden todas conducir hacia un mismo destino.


Diferentes puntos de partida


En primer lugar, las religiones del mundo difieren en su antropología (el estudio del ser humano). Por ejemplo, los cristianos afirmamos a partir de las Escrituras que los seres humanos cuentan con una naturaleza pecaminosa heredada de Adán. Los musulmanes no tienen una doctrina de la caída del ser humano. Los budistas afirman que la existencia humana tal y como la conocemos es mera ilusión. Los hindúes creen en un sistema de castigos y recompensas al que llaman Karma. Entonces, de acuerdo a la ley de la contradicción, estas afirmaciones no pueden ser todas auténticas o verdaderas a la vez. El ser humano cuenta con una naturaleza pecaminosa o no. La existencia humana no puede ser real y una ilusión a la vez.


Diferentes formas de llegar


En segundo lugar, las religiones del mundo difieren en su soteriología (el estudio de la salvación). Por ejemplo, los cristianos creemos que la salvación se recibe por gracia mediante la fe en Jesucristo solamente. Los musulmanes creen que la salvación se obtiene ganando el favor de Allah por medio de la observancia de los cinco pilares fundamentales del Islam. Los budistas, quienes afirman “las cuatro verdades nobles,” creen que la manera de alcanzar la salvación (nirvana) es a través de un sistema rígido conocido como “el camino óctuple.” Los hindúes creen en la reencarnación del alma. Nuevamente, de acuerdo a la ley de la contradicción, estas doctrinas acerca de la salvación no pueden ser todas verdaderas. La salvación solamente se puede recibir por gracia mediante la fe en Cristo, o por medio de obras como la observancia de los cinco pilares del Islam, siguiendo el camino óctuple de los budistas o la acumulación necesaria de “buen karma” conforme a la enseñanza hindú.


Diferentes metas o Destinos


En tercer lugar, las religiones del mundo difieren en su teología (el estudio de Dios). Por un lado, las religiones del mundo encajan en diferentes categorías: monoteísmo (un solo Dios), politeísmo (múltiples dioses), panteísmo (todo es dios), henoteísmo (múltiples dioses, pero se adora a uno en particular) y ateísmo (no hay dios). Una vez más, la ley de la contradicción afirma que no todas pueden estar acertadas. Además, los cristianos afirmamos que al morir los creyentes pasamos a la presencia del Señor. Los musulmanes creen en una especie de paraíso utópico semejante a un oasis en el desierto. Los budistas creen en una realidad abstracta e inconsciente a la que llaman nirvana. Los hindúes creen en una realidad similar a la que llaman Brahman. En síntesis, la ley de la contradicción establece que solamente podemos arribar a una de estos destinos al morir. “Roma” solamente puede ser una de ellos. Todos los demás resultan ser destinos falsos.


En definitiva, la creencia de que todas las religiones nos llevan a Dios es en el mejor de los casos simplemente ingenua. Si comparamos nuestro peregrinaje hacia Dios con una carrera olímpica, todas las religiones enseñan cosas diferentes con relación al punto de partida (la condición del ser humano), la forma de llegar (el camino hacia la salvación) y la meta (el destino final o estado eterno después de la muerte). La pregunta que debemos hacernos es, ¿cuál de todas las religiones del mundo es más consistente con la lógica, la realidad, la evidencia y la historia? Un estudio diligente conducirá al estudiante a la conclusión inevitable de que Jesús es el único camino, la única verdad y la vida eterna, nadie llega al Padre sino a través de Él (Juan 14:6).


Es mi oración que este recurso estimule tus afectos por la Palabra de Dios, sea de edificación para tu alma, te ancle en el conocimiento de la verdad y redunde en tu crecimiento espiritual. Hasta la próxima.


En Cristo,


Winston Williams

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